La lipectomía es una cirugía que se hace para reafirmar los músculos del abdomen y extraer la piel sobrante para que puedas lucirlo plano.

Esta cirugía se planea con referencia a tu ángulo cuando te encuentras de pie. Vale la pena aclarar este punto, pues es completamente normal que si te sientas o agachas, la piel tiende a plegarse puesto que este órgano debe ser flexible y recubrir toda la superficie de nuestro cuerpo, lo que no quiere decir que aún tengas residuos de grasa localizada.

Podemos hacer la comparación con una deportista de alto rendimiento que, a pesar de que el nivel de grasa de su cuerpo es mínimo y sus músculos están desarrollados y tonificados, al doblar su cuerpo, su piel se contrae y crea estos pliegues que puedes encontrar en su vientre después del proceso de recuperación de tu cirugía.

Las cirugías plásticas estéticas pueden combinarse, siempre y cuando el paciente esté en las condiciones óptimas para poder obtener los resultados esperados. Una de las combinaciones más usuales es la lipectomía y liposucción, las cuales no son tratamientos para combatir la obesidad, estas cirugías se encargan de corregir zonas corporales que tienen acumulada grasa localizada.

Su combinación ayuda a moldear la figura corporal, combatiendo la flacidez y generando armonía y estética al cuerpo.

La lipectomía o también conocida como abdominoplastia, se enfatiza en retirar la grasa acumulada en el abdomen, la piel sobrante, elimina la flacidez del abdomen y en algunos casos, repara el músculo de la pared abdominal para generar firmeza.

Mientras que el proceso de liposucción se basa en retirar grasa acumulada mediante cánulas que generan succión, eliminando la grasa para moldear el cuerpo, para crear un nuevo contorno corporal.

Es por este motivo que la lipectomía se enfoca en el abdomen y la liposucción o lipoescultura lo hace en todo el cuerpo o en áreas específicas, según cada caso.

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Después de un procedimiento de abdominoplastia o lipectomía entrego a mis pacientes algunas recomendaciones que ayudarán a contribuir en su recuperación. 

1. Duerma en posición semisentada y camine flexionada los primeros ocho días.
2. No realice esfuerzos físicos, ni levante objetos pesados, no cargue niños ni animales.
3. Evite realizar ejercicios fuertes y deportes de choque o de alto impacto los tres primeros meses.
4. Es conveniente que durante las primeras 48 horas posteriores a la cirugía vaya al baño acompañada de alguien, es muy posible que presente mareos al levantarse de la cama, siéntese por 5 minutos y luego empiece a caminar.
5. Si presenta estreñimiento podrá tomar jugo de papaya, mango o granadilla.
6. Debe bañarse en la ducha colocando una silla para evitar caídas y procurando siempre estar acompañada, no mojar micropores ni heridas.
7. No adoptar la posición erguida 100% durante la primera semana.
8. No tomar el sol por lo menos durante tres meses.
9. Evitar bebidas alcohólicas y cigarrillos.