Generalmente, después de una cirugía plástica como la liposucción, lipoescultura o lipectomía, el ombligo cambia de aspecto y aparece lo que algunos llaman ‘el ombligo triste’.
Esto se debe a que el cuerpo se inflama y debe sanar. Recordemos que una recuperación completa de estos procedimiento puede tomar entre 6 a 12 meses después de realizado. Además, la grasa que se extrae de la zona puede dejar piel abdominal superior al ombligo mientras todos los tejidos se reordenan y toman su lugar ayudado por la terapia de drenaje linfático. Es decir que la ausencia de grasa alrededor del ombligo puede ocasionar un aspecto de flacidez discreta.
Una vez el cuerpo empiece a curar, gradualmente la piel se reafirmará y la apariencia mejorará. Sin embargo, una manera de acelerar dicho proceso es a través de la radiofrecuencia y no se indica inmediatamente después de la cirugía.
Actualmente, las técnicas para realizar este tipo de procedimientos se están perfeccionando, de manera que hoy por hoy es posible aprovechar el tejido alrededor del ombligo para darle un aspecto más natural.
