Antes de practicar esta cirugía, se deben evaluar antecedentes médicos con el fin evitar poner en riesgo la salud de mis pacientes. Además, en el momento en que haga la valoración previa, el paciente debe expresarme todas sus expectativas para así poder responder a ellas y darle las mejores opciones, alternativas, limitaciones, riesgos y cuidados que debe tener. Es de vital importancia que el paciente sea lo más sincero posible respecto a sus hábitos y consumos para que la cirugía sea un éxito.
Una vez la cirugía se haya llevado a cabo, es normal que el paciente se sienta cansado y sienta algo de dolor el cual es controlado mediante medicación que le prescribo, sin embargo al tercer día, es muy posible que ya éste pueda volver a sus actividades regulares.
Es indispensable que el paciente se comprometa con su recuperación y utilice las 24 horas del día un sujetador deportivo sin aros durante un mes seguido.
Recomiendo que, para evitar la infección, el uso de piscinas se suspenda; pasados 15 días desde el procedimiento, retiro los puntos de la incisión y aconsejo que las actividades físicas se hagan nuevamente pasadas de 3 a 4 semanas. Es posible que el paciente experimente disminución de la sensibilidad u hormigueo en los senos pero, pasadas algunas semanas, esta sensación se irá mermando.
Finalmente, sugiero realizar mamografías de control anuales y que éstas se practiquen en un centro radiológico experto en la lectura de las proyecciones que se toman para los senos con prótesis.
