Un procedimiento de injerto de grasa consiste en transferir esta sustancia a partes del cuerpo que desean mejorar, y contornear en áreas como el rostro, caderas, glúteos, manos, pies, entre otros.
El primer paso de esta técnica es extraer la grasa, de la zona donante del mismo paciente, mediante el uso de cánulas muy delgadas.
Por este motivo, les detallaré las zonas del cuerpo que son aptas para este procedimiento:
Rostro: Con el objetivo de recuperar una apariencia juvenil, mediante el volumen en zonas arrugadas. (Área inferior de los ojos, pliegues nasolabiales, mejillas, levantamiento de pómulos, recuperación de la textura y apariencia de la piel, corrección de cicatrices).
Caderas: Perfecto para agregar volumen y conseguir un perfil más femenino y cuerpo más contorneado, al mejorar la proporción entre la cintura y la cadera.
Glúteos: Procedimiento ideal para aumentar el volumen y levantar los glúteos armoniosamente y de forma natural.
Manos y pies: Reduce las arrugas y rejuvenece su apariencia.
