La nariz es parte primordial para la armonía del rostro, por este motivo mis pacientes recurren a un cambio acudiendo a la rinoplastia confiando en los resultados y logrando un equilibrio en su rostro.
De esta manera, el tamaño y la forma de la nariz son dos de los aspectos más comunes por los que muchos pacientes deciden someterse a una rinoplastia. ¿Cuáles son esos tipos de nariz más comunes que generan descontento en las personas? Aquí están algunas de ellas:
Nariz con la punta desigual: Son aquellas narices, que uno de los lados de la punta puede ser diferente al otro. En algunos casos un lado puede ser más grande, más pequeño o puede estar ligeramente torcido hacia algún lado. Este tipo de nariz tiene que ver con el estado del cartílago subyacente, incluso estas irregularidades pueden ser producto de una lesión o de algún factor genético.
Nariz con una proyección nasal prolongada: Es cuando la punta de una nariz sobresale y hace que el tamaño de la nariz se vea más grande. Existen dos alternativas para tratar una nariz con una proyección nasal prolongada; la primera implica elevar el puente de la nariz, de tal forma que la punta ya no se vea irregular. La segunda opción, tiene que ver con reducir la proyección de la punta nasal.
Nariz deprimida: Esta nariz tiene una depresión o hundimiento en la superficie a lo largo del puente nasal.
Nariz muy grande: Los pacientes acuden a la rinoplastia al tener este tipo de nariz por ser demasiado grande con respecto al tamaño de su rostro o porque desean remodelar su nariz tras el crecimiento de la misma, que con los años pudo haberse agrandado.
Nariz alargada: la evidenciamos cuando vemos a una persona de perfil y se nota una longitud excesiva. Con la cirugía plástica se puede acortar la nariz para recuperar una longitud normal.
