Latinoamérica es uno de los continentes líderes en el mercado de la cirugía plástica. Pero las malas prácticas en esta profesión aumentan constantemente el número de víctimas. Intervenciones de carácter estético para algunas personas que dicen ser “profesionales” son concebidas sólo como un negocio; es por esta razón que cada vez surgen en el mercado “esteticistas”, “cirujanos”, o “clínicas” que dicen estar certificadas, cuando lo único que prestan son servicios ilegales.
Algunas recomendaciones que sugiero a mis pacientes y a personas que estén interesadas en realizarse un procedimiento quirúrgico o estético son:
- Para identificar un cirujano plástico ilegal el primer paso es que cuente con títulos académicos que lo respalden y tenga la debida certificación por una sociedad de cirugía plástica de su país o internacional.
- Debes tener claro que la cirugía plástica y la cirugía estética no son lo mismo; los cirujanos plásticos tienen la facultad de realizar procedimientos quirúrgicos invasivos como lipoescultura o liposucción, mamoplastia, rinoplastia, entre otras. Los cirujanos estéticos se dedican a realizar procedimientos no invasivos más sencillos como inyección de botox, colágeno o ácido hialourónico, tratamiento con láser, entre otros.
- Centros de belleza, peluquerías y salas “especializadas” no son quirófanos. En muchos de estos lugares donde se realizan limpiezas, masajes o tratamientos de este tipo, se llevan a cabo procedimientos ilegales. Por la seguridad y bienestar de la salud de las personas es mejor no correr ningún riesgo y no someterse a procedimientos en establecimientos que no cumplen con las condiciones sanitarias para su funcionamiento.
- “Según la ley colombiana “sólo podrán ejercer la medicina y cirugía: Quienes hayan adquirido título de médico y cirujano expedido por alguna de las facultades o escuelas universitarias reconocidas por el Estado y que funcionen o hayan funcionado legalmente en el país”.
