En ocasiones algunas pacientes tras una operación de cirugía estética, llegan a sufrir un estado de desánimo, más conocido como depresión postoperatoria. 

Los motivos de esta depresión postoperatoria es la preocupación del resultado final, ya que no es una operación por motivos de salud y el paciente se siente incomprendido o cuestionado constantemente sobre la decisión que cambiara su imagen para siempre; puesto en que en estos casos los resultados se hacen esperar unas semanas, generando sentimientos de duda o culpa.

Lo que se debe hacer en estos casos es tratar de tranquilizar al paciente y explicarle que todos los síntomas irán disminuyendo con el tiempo y buscar actividades de relajación que logren equilibrar el campo emocional.