El procedimiento de injerto de grasa autóloga se trata de transferir esta sustancia de una región del cuerpo a otra para mejorar, rellenar o contornear. En un principio esta técnica comprende la liposucción de la zona donante del mismo paciente.
Una vez se obtiene la sustancia debe ser procesada mediante decantación y centrifugado para que pueda ser purificada. Así, se logra liberarla de desechos, el exceso de líquidos y las células muertas.
Al final del procedimiento se inyectan pequeñas gotas en el tejido subcutáneo de la zona que va recibir, esto se hace con el propósito de que haya un buen suministro de sangre y el injerto de grasa logre sobrevivir.
A continuación te muestro qué zonas del cuerpo son idóneas para recibir los injertos:
1. Rostro: Se usan para recobrar una apariencia juvenil, por medio de la adición de volumen en zonas arrugadas. Se puede realizar en la zona inferior a los ojos, pliegues nasolabiales, mejillas, levantamiento de pomulos, recuperación de la textura y apariencia de la piel.
2. Senos: Ayuda a aumentar el tamaño de los senos, de una ó dos tallas de copa. También puede enmendar la asimetría, reparar el daño por radiación, tratar cicatrices y contracturas capsulares de implantes.
3. Caderas: añade el volumen para conseguir un perfil más femenino y mejora la proporción del cuerpo entre cintura y cadera.
4. Glúteos: logra el aumento y la redondez ideal con un levantamiento proporcional a la belleza corporal.
5. Manos y pies: reducen las arrugas y pueden rejuvenecer la apariencia. Puede dar un soporte revestido para los pies.
