Uno de los rasgos característicos del rostro de una persona son los surcos nasogenianos o líneas nasolabiales, que son las arrugas que se producen desde el final de la nariz hasta la comisura de los labios, por lado y lado.
Con el pasar de los años, se van acentuando debido a la flacidez de los tejidos cutáneos, especialmente de las mejillas, lo que produce una disminución en el tono muscular de la parte inferior del rostro, junto con el descenso de las comisuras de los labios (surcos de la amargura) dando lugar a una imagen envejecida y triste de nuestra cara, que no suele corresponder con la realidad.
Los rellenos faciales forman parte de un tratamiento médico rápido y poco doloroso que se realiza mediante infiltraciones, generalmente de ácido hialurónico, sustancia que se halla presente en el cuerpo humano de forma natural y contribuye a hidratar y aportar volumen a la piel, resultando en una expresión rejuvenecida.
Los rellenos dérmicos basados en ácido hialurónico son sustancias seguras y reabsorbibles cuyos efectos estéticos son reversibles. Los pliegues y depresiones del rostro, con la aplicación de estos implantes, recuperan volumen de una forma rápida y segura, aportando un alto grado de satisfacción a nuestros pacientes.
El relleno de los surcos nasogenianos se realiza de forma ambulatoria en consulta y es poco doloroso, aunque para minimizar las molestias empleamos una crema anestésica tópica. Una vez realizado el tratamiento puede aparecer una pequeña inflamación en la zona de los surcos nasogenianos que disminuirá pasados unos dos o tres días.
